Este dibujo es un retrato del artista, siendo la imagen típica de Leonardo que ha perdurado a lo largo de los siglos. El dibujo está hecho con tiza roja sobre un papel coloreado. En esta imagen vemos un Leonardo ya maduro, que aparece con los rasgos típicos del pintor e ingeniero: frente cargada con arrugas que demuestran la intensa actividad intelectual. Sus cabellos son largos y ondulados, típico de pensadores que están tan inmersos en su mundo que se despreocupan de la realidad. Su boca es firme y apretada como si estuviera centrado en un problema que todavía no ha resuelto.
Autorretrato
Año 1515-1516.
Palacio Real de Turín. Turín. Italia.
Tiza. 33,3 x 21,3 cm.