Esta obra ha tenido mucho trascendencia a lo largo de la historia. A diferencia de lo que se hacía hasta el momento que era mostrar el momento de la Eucaristía, Leonardo innova y se centra en el momento en que Cristo denuncia la traición de uno de los Discípulos. Ante su palabra cada discípulo reacciona de un modo diferente: con sorpresa, con cólera, con duda, etc. de ahí la fuerza psicológica del cuadro.
Leonardo distribuye las figuras en grupos de tres y no como se hacía tradicionalmente que era en grupos de seis. Desde el principio está muy deteriorada y ha ido empeorando su estado con las restauraciones. La calidad de los materiales empleados en esta composición no fue muy buena y por eso se ha ido estropeando con el tiempo.
La última cena
Año: 1495-1497.
Refectorio del Convento de Santa María delle Grazie. Milán. Italia.
Fresco. 460 x 880 cm.