Sin viento. Desde Canarias navegó a las islas portuguesas de Cabo Verde, a una latitud más al sur que las anteriores navegaciones. La flota avanzó luego hacia el Sudoeste, impulsada por un viento cada vez más leve, que paró por completo el 13 de julio. Se hallaban en la zona más tórrida y tranquila del Atlántico en aquella estación.
Parece ser que tras ocho días sin viento sopló el alisio del Sudeste, ya que en el extracto de la carta a los reyes que hizo Bartolomé de Las Casas consta que durante diecisiete días seguidos los vientos fueron favorables. Como no se atrevía a ir más al sur a causa del calor, el almirante puso rumbo al Oeste.
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