Siglo
XII
- XIII
Del gran número de iglesias románicas de la ciudad, esta
es la conserva mejor sus
características originales.
Ha mantenido su estructura original, en
tres naves,
y muchos de los elementos particulares del románico
zamorano.
Su
planta
es
rectangular.
Seis gruesos
pilares, que
terminarían bajo el actual suelo, dividen el espacio en
tres naves de cuatro tramos, la central de proporción
muy vertical.
Los
capiteles,
indican la participación de dos maestros distintos, uno
que trabaja un tipo uniforme corintio y otro que utiliza
mayor variedad decorativa.
Aparecen temas vegetales, algunos historiados y otros de
animales fantásticos.
Cubiertas de bóveda de arista peraltada, en las naves
laterales y en la central.
Cabecera de tres capillas con
testeros planos,
sobresaliendo la central; estructura típica del románico
zamorano. la Esta capilla se destaca en el exterior por
la ventana de medio punto con arquivoltas que apoyan en
columnitas. A los pies se mantiene parte de una antigua
torre.
Conserva las tres portadas:
La
sur
está compuesta por cuatro arquivoltas sin decoración y
embellecida con un tímpano formado por dos arcos de
medio punto sostenidos por un
capitel sin parteluz en que apoyarse. Sobre la
puerta hay un
rosetón con doble celosía de piedra,
formando seis hexágonos en torno a un círculo.
La portada de la fachada
norte presenta cuatro
arquivoltas de dovelas almohadilladas muy originales.
El
hastial oeste tiene una portada cuya estructura de
trazado similar a la Puerta del Obispo de la Catedral, tres
arquivoltas con lóbulos sobre columnas y un
rosetón acompañado de dos ventanas sobre ella.
Las cornisas presentan molduras propias del románico local. La
parte meridional está por debajo del nivel de la calle.
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