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Siglo
XII
Llamada
San Claudio de
Olivares al
igual que el barrio de la ciudad en el que se encuentra.
La
planta de una sola nave
rectangular y un ábside
algo más que semicircular ambos unidos mediante un tramo
presbiteral.
La
portada,
abierta al norte, aparece resaltada de la fachada con un
remate en cornisa sostenido por modillones de canes. Es
importante la decoración de las
arquivoltas:
la interna animales y aves que caminan, la intermedia
vegetal, y la externa tiene doce grupos que representan
los meses del año o bien son alegoría de los oficios.
Cubiertas de madera
en la nave,
bóveda de cañón en el
presbiterio,
y cuarto de esfera en el
ábside.
Volúmenes de nave y
capilla diferenciados exteriormente, por los cambios de
plano en la fachada.
Destaca la
cabecera,
en su interior con su cubierta jalonada por arcos
fajones. La decoran impostas ajedrezadas, saeteras en el
ábside y arcos ciegos apoyados en columnas que articulan
el muro.
Son interesantes los capiteles que aparecen en los muros
del presbiterio, en especial al lado sur, que representa
dos centauros, un dragón de cabeza humana y una sirena.
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