MONUMENTOS

MURALLAS DE LEÓN.

Edificaron los romanos la ciudad de León en forma cuadrada con cuatro puertas, que se correspondían con las calles derechas y miraban a las cuatro partes principales del mundo. Para su fortificación levantaron unos muros altísimos de veinte pies de ancho, torres gruesas a proporción y un fortísimo alcázar. Estas murallas, famosas en nuestra historia, duraron hasta los postreros años del S. X con la irrupción de Almanzor. Su fortaleza era tal que siempre fue muy difícil tomar la ciudad. Las puertas eran de mármol.

Los cubos de reforzamiento de la muralla eran cilíndricos, unos 80 cubos en total. Cuatro puertas se disponían en la muralla: al norte la Puerta Decumana o del Castillo (la única que se conserva en la actualidad), al sur la Puerta del Arco del Rey, al este la Puerta Obispo o Puerta Dextra y al oeste la Puerta Cores o Cauriense.

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COLEGIATA DE SAN ISIDORO.

Fernando I inicia la construcción del actual templo, doña Urraca lo continúa y la infanta doña Sancha y Alfonso VII rematan la obra. Su intención era albergar los restos de San Isidoro de Sevilla, que actualmente reposan en el Altar Mayor en una urna de plata (traídos en 1063).

Actualmente es considerado el conjunto románico mas completo en este estilo de todo el Camino de Santiago.

El templo tiene tres naves con bóveda de medio cañón en la central y de arista en las dos laterales. Arcos polilobulados en el crucero, de herradura a los pies y de medio punto peraltados son señas de identidad de un espacio románico roto por la capilla mayor con crucerías góticas.

La puerta del Cordero es el principal acceso al templo y conserva una importante colección de bajorrelieves.

La puerta del Perdón sólo se abre los años de jubileo.

No es posible abandonar San Isidoro sin visitar el Panteón de los Reyes, donde descansan los restos de al menos 27 reyes leoneses. Sus murales le han hecho acreedor del sobrenombre de “Capilla Sixtina” del románico español.

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PALACIO DE SAN MARCOS.

Construido entre los S. XVI y XVII en el mismo lugar donde anteriormente (S. XII) Dñª Urraca había ordenado edificar una iglesia y un hospital para pobres. De su fachada plateresca destaca la portada principal, con un relieve de Santiago Matamoros.

Muchos han sido los usos asignados a este espacio arquitectónico: sede en su día de la Orden de Santiago, prisión donde penó Francisco de Quevedo, cuartel militar y hoy Hotel de lujo.

A su lado la iglesia, con una fachada renacentista de la que brotan conchas de peregrino.

El claustro renacentista de Juan de Badajoz alberga piezas del Museo Arqueológico Provincial.

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CATEDRAL DE LEÓN.

Se construyó entre el S. XII y XIV sobre lo que en época romana eran termas y otros edificios públicos.

Conocida como la “pulcra leonina” su inspiración llega desde el mejor gótico francés.

La planta está formada por tres naves que llegan a cinco en el crucero.

Si elegante es el exterior de la Catedral su interior no nos deja indiferentes: 1800 metros cuadrados de vidrieras policromadas de origen medieval tienen la culpa de la admiración que este espacio provoca en los visitantes. Es de destacar el rosetón central situado en el pórtico central entre dos torres de aguja.

El retablo del altar mayor es de Nicolás Francés. Las sillerías del trascoro fueron labradas por escultores de Flandes en el S. XV.

El claustro alberga el museo catedralicio.

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PUENTE DE SAN MARCOS.

La salida de los peregrinos que atravesaban la ciudad de León en dirección a Santiago se realizaba a través del Puente de San Marcos.

Es un puente de piedra del S. XVI.

Don Suero de Quiñones encargó colocar una escultura de un faraute monumental en piedra, a veinte pasos del puente, para indicar la dirección hacia el paso honroso.

A la altura del primer ojo y a la izquierda se puede contemplar actualmente el tradicional juego de bolos, deporte autóctono leonés.

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CASA BOTINES.

Situada en pleno centro histórico de León la Casa Botines comenzó a construirse en 1889. No faltaron las denuncias, polémicas y pleitos por su ubicación, que cegaba la vista de la Casa de los Guzmanes. Hoy ambas construcciones rivalizan en elegancia y por el colorido de su piedra (calcárea gris para la obra de Gaudí frente a los tonos cálidos del Palacio de los Guzmanes).

El edificio es de estilo neogótico y consta de seis plantas que estaban destinadas a almacenes, oficinas, tienda y vivienda de la familia Fernández Andrés, dedicados a la industria textil y promotores de la obra.

Una cerca de hierro recorre todo su perímetro, exceptuando la puerta principal de acceso al edificio. Sobre la misma, la figura de Sant Jordi, del escultor Matamala, colaborador de Gaudí en la Sagrada Familia. No es ésta la única obra del genial arquitecto catalán en la provincia de León, en Astorga encontramos el Palacio Episcopal.

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PLAZA DEL GRANO.

Es, así mismo, conocida con el nombre de plaza del Mercado ya que en ella se realizaba el mercado de cereales, caza, pan y pieles. También se pregonaban aquí las ordenanzas referidas a la caza, la pesca o los distintos oficios.

Es una de las plazas más típicas del León antiguo tanto de día como por su ambiente nocturno.

Irregular y empedrada, albergó en su día importantes corridas de toros. En su centro se conserva una fuente clásica con dos ángeles barrocos que representan a los ríos de León.

Los ábsides románicos de la Iglesia de Nuestra Señora del Mercado dan a esta plaza.

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PALACIO DE LOS GUZMANES.

Se comenzó a construir en 1560 por orden de Juan de Quiñones, obispo de Calahorra. Es obra de Gil de Hontañón. Edificio de forma trapezoidal, con cuatro torres en los ángulos y un patio columnado estilo plateresco. Sus fachadas son de piedra sillería aplantillada y el edificio consta de dos cuerpos. Fue declarada Monumento Hco. en 1963. En 1882 se instala y hace cargo de él la Diputación Provincial.

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PLAZA DE SAN MARCELO

Llamada popularmente Plaza de Las Palomas. Desde esta plaza se parte para recorrer las calles del viejo León. En ella se encuentran el edificio del Ayuntamiento y el antiguo palacio de Torreblanca. Al oeste, la iglesia de San Marcelo, al norte la casa de los Botines, y al este el Palacio de los Guzmanes. De ella parte la calle de la Rua, entrada de los peregrinos en la ciudad, por la cual nos adentramos en los barrios de artesanos y comerciantes.

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IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL MERCADO.

Se encuentra situada en el antiguo arrabal medieval, delimita su cabecera con laPlaza del Grano. En un primer momento su advocación era de Santa María del Camino, puesto que los peregrinos que se dirigían camino a Santiago pasaban por delante de esta iglesia.

Obra de factura románica del siglo XII, de estilo gótico, en donde se guarda una Piedad del siglo XV y la imagen de Nuestra Señora del Camino,. Su interior está formado por tres naves. El exterior del edificio ha sido restaurado recientemente.