Agencias de viajes

Caso práctico:

Viajes ECO

Les daba igual vender vasos de plástico que billetes de avión, así que se decidieron por esto último. Ignacio Villanueva había estudiado para ser ingeniero de Caminos, una carrera que no le importó colgar y que, según él, tan sólo le dio una gran capacidad de análisis y de trabajo. Hace doce años, cuando él y su socio Miguel Garrido tenían veinticuatro, surgió la oportunidad. ';Hay que aprovechar en el momento lo que pasa por delante tuyo en esta vida. A lo mejor si esa oportunidad se nos presentara a estas alturas de la vida no la cogeríamos';. Ambos eran amigos desde el colegio, y además, se complementaban de maravilla, Garrido sabía del negocio porque su padre tenía una agencia de viajes y Villanueva ponía los conocimientos comerciales. Así crearon un anexo al negocio del padre, con un capital de cuatro millones de pesetas que les dejó la familia para empezar, y la idea marchó. Empezaron a generar dinero, y pudieron constituirse como ECO.

¿Cómo se las arreglaron ustedes en un principio?

Funcionábamos en un despacho de 12m2 que habíamos alquilado al final de un pasillo, en un bajo, y de ahí pasamos poco a poco a lo que tenemos hoy. Al empezar, la dosis de humildad tiene que ser muy alta. No vale empezar con un buen despacho en una buena zona, La realidad es que si se empieza de cero, tienes que hacer de mensajero y llevar tú mismo los billetes, tienes que hacer de contable, ir al banco y negociar las comisiones, pelearte con los clientes, atenderles bien... Hacer de todo es uno de los alicientes de tener tu propia empresa. Tú decides dónde te gastas el capital y, si te equivocas, no pasa nada... Cuando no tienes dinero tienes que ingeniártelas como sea. Y crecer permanentemente, pero poco a poco.

¿Cuál es para usted la clave del éxito del empresario?

Que el empresario consiga que las personas que forman parte de su negocio consideren éste como suyo propio. Si se consigue, se tiene el éxito asegurado, Si la gente hace suyo el proyecto y está satisfecha con su trabajo, eso repercutirá inexorablemente en que el cliente y se traducirá en mayores beneficios.

¿Y con qué fórmula se consigue que el trabajador haga suyo el proyecto?

Con la auto motivación. Pero cada persona es un mundo y las motivaciones personales de una persona son muy distintas unas de otras. Una de las motivaciones del trabajador puede ser el salario, que yo considero que tiene que ser variable, según vaya la compañía. Para mí eso es estar involucrado en la empresa a las duras y a las maduras y es justo desde el punto de vista del empresario. Otra puede ser hacer partícipe al trabajador de las decisiones que se toman dentro de la empresa, porque si no es muy difícil que luche por ellas. Nosotros hemos creado un comité que se reúne todos los meses para contar con ellos a la hora de tomar decisiones. Otra de las principales motivaciones es el ejemplo que pueda dar el jefe. La gente debe verlo ilusionado con el proyecto, trabajador, razonable, justo.., Aunque ser empresario no tiene ningún mérito, para crear una empresa es necesario un espíritu especial.

¿Qué busca en su equipo?

Que la gente encaje en el proyecto. A veces vienen personas a las que se les queda pequeña la empresa, por eso hay que ver la proyección de futuro que puedan tener dentro de la casa. Y que tengan iniciativa.

¿Qué consejos le daría a un potencial empresario?

Cualquiera puede ser empresario, no creo que se lleve en la sangre. La única ciencia que tiene es el sentido común. Que tengan ilusión y constancia por lo que hacen, y que tengan integridad. También hay un ,actor riesgo que hay que asumir. Ganar dinero es muy complicado, hay que cuidar el control de fondos, porque cuando no tienes dinero, hay que vigilar cada peseta que entra y sale. Y cuanto más joven empieces, mejor. Discrepo de las teorías de aprender en coche ajeno y luego montarle en el propio, pienso que se aprende de los errores. Y después de crear algo, que la estructura sea cuanto más plana, mejor.

¿Puede ser el dinero un problema para el que empieza?

No si tienes algo interesante y viable. Tampoco hace falta una idea original. La mía, por ejemplo es una vulgaridad.

¿Cómo está el sector turismo?

No existen sectores buenos ni malos, sino empresas buenas o malas. Y concretamente en el sector turístico, que ya está maduro, sigue habiendo oportunidad de negocio. Villar Mir, antiguo vicepresidente del Gobierno, nos animaba a ser empresarios y en sus clases decía algo tan cierto como que ';comeréis mejor, pero dormiréis peor';.