Residencias de la tercera edad

Caso práctico:

Grupo de Servicios Geriátricos Casablanca

Fernández Cid había oído algo de una persona que tenía un buen proyecto de servicios para la tercera edad y que estaba buscando socios. Y no lo dudó un momento. Economista y de carácter emprendedor, se juntó con su socio actual, enfermero, y una gobernanta, y en octubre de 1986 montaron su primera residencia. Estuvieron prácticamente dos años sin festivos, sin vacaciones y sin sueldo, pero al pie del cañón. De los cuatro millones de inversión inicial, 700.000 pesetas se fueron en fianza de golpe y plumazo y 350.000 en el primer alquiler, pero no se amilanaron. El sitio gustaba y cada vez venían más y más residentes, y ellos habilitando nuevas zonas de la residencia. Catorce meses sin sueldo que sirvieron para que el grupo Casablanca cubra hasta un total de 60.000 horas de atención a nuestros mayores, tan sólo en los servicios de asistencia sanitaria.

¿Cree que parte de su éxito se debe a que este servicio no existía anteriormente con tanta calidad?

En aquel momento lo que había era mucha más demanda que oferta. Cosa que hoy en día ya se ha igualado. Antes ofreciendo menos se conseguían mejores resultados. Y no económicos, sino de ocupación. A medida que ha ido creciendo la oferta, el propio mercado ha ido exigiendo nuevos servicios que antes ni siquiera existían. Ayer valía tan sólo con techo y comida; hoy es techo, comida, asistencia médica y sanitaria, más cincuenta mil servicios de calidad.

Cuando ustedes empezaron, ¿pidieron algún crédito o subvención?

Sí, pedimos subvenciones a la Comunidad de Madrid para las primeras residencias, después ya no, porque te obligaban a unos contratos específicos. En los inicios, la clave para crecer es la reinversión de todo tu capital y de recursos de la empresa como única manera de ir creciendo.

Cada vez hay más ancianos en España. ¿Se convertirá esto en un grave problema económico y social?

Desde hace una serie de años la gente ha ido suscribiendo fondos de pensiones y fondos de ahorro a nivel particular porque sabe que llegará un momento en el que el Estado tendrá que decantarse por unas pensiones más selectivas. Pero la gente lo sabe y ya se habrá preparado.

¿Qué estrategia de publicidad sigue su empresa?

A nuestros residentes los captamos principalmente a través del boca a boca. La gente que ya ha pasado por residencias del Grupo Casablanca son nuestra mejor tarjeta de presentación. También mediante los prescriptores, o asistentes sociales, médicos, enfermeras, aunque tengamos nuestros propios folletos de publicidad para presentamos.

¿Cuáles son los planes de futuro del grupo Casablanca?

Gestionamos cinco residencias de la tercera edad, dos pisos tutelados, una empresa de asistencia domiciliaría y un centro de día. Queremos seguir en esa línea de crecimiento, diversificándonos en nuestro sector. Y en concreto, expandirnos por el Levante español, donde vemos un claro nicho de mercado.

Para ofrecer un servicio de calidad, ¿qué es necesario?

Se requieren muchos profesionales y de campos muy diversos, Aquí estamos en una proporción de dos a uno: un profesional cada dos residentes. Nuestros trabajadores van desde médicos, ATS, fisioterapeutas, gobernantas, auxiliares de clínica, podólogos, peluquera, sacerdote, jefe de cocina, de administración, personal de mantenimiento, asistente social, terapeutas ocupacionales, etcétera, Y los edificios son de arquitectura compleja, requieren una serie de características especiales, como no tener barreras arquitectónicas y sí suelos antideslizantes, ayudas técnicas, rampas...

¿Qué consejos daría usted al joven empresario que se interesa por este sector?

Mucha capacidad de sacrificio y de trabajo, Por contra, si el proyecto sale adelante, tendrá unas gratificaciones humanas muy grandes.

¿Cuál cree usted que es el momento y la manera adecuada para lanzarse a la arena?

El consejo de mi padre era que me formase antes de lanzarme por cuenta propia, pero creo que la nómina, las promociones dentro del trabajo y las situaciones personales comprometidas son tres grandes enemigos de los empresarios. En cuanto a la manera, ante todo hay que tener muy claro que esto es una empresa de servicio social, donde el componente humano y moral tiene que estar por encima del económico. intentar reducir gasto en muchas ocasiones redunda en una peor calidad y un peor servicio ofrecido a tus residentes, El que invierta tiene que saber que es un negocio a largo plazo.