PASO 14: Calle Puerta Moneda y Calle Herreros. |
En el Burgo y la Rúa Ya en el interior del recinto amurallado, el peregrino se encuentra en el seno del barrio de Nuestra Señora del Camino o del Mercado, surgido por el impulso directo de los francos, artesanos y comerciantes (no debe entenderse el término francos exclusivamente como sinónimo de franceses, sino en el sentido más extenso de hombres libres), desde finales del siglo XI, quienes llegaron atraídos por la urbe regia. Los primeros menestrales se asentaron al sur de la "ciudad vieja" (el recinto comprendido por la muralla romana), en torno a la iglesia de San Martín y al Mercado Mayor; los nuevos, en su mayoría francos, se establecieron al occidente de ese núcleo y a lo largo de la ruta de entrada, siguiendo una línea general a casi todas las ciudades de peregrinos, como es el caso de Pamplona (Vázquez, Lacarra y Uria,1949,I, 469-478), donde configuraron un vico francorum, ya citado en el año 1092 (Risco, 1787,t. XXXVI, ap. XXXV). Como constancia de su pujanza, se erigió aquí una iglesia bajo la advocación de Santa María, mencionada por primera vez en la “esquisicio” (indagación de las propiedades pertenecientes al rey en el barrio de San Martín) del año 1097. Aquel sustrato mercantil, integrado por el viejo barrio de San Martín y el nuevo Vico, conformaron un Burgo Novo, como ya se le denomina en 1114 (Represa, 1959, 255), opuesto a la ciudad monacal y palatina del siglo X, constituyendo una "auténtica ciudad extramuros"(Estepa, 1989, 65). Este nuevo burgo tenía en sus comienzos grandes espacios vacíos, en particular en el núcleo de Santa María, que progresivamente se fueron densificando, pero nunca -se cree- llegaron a ocupar todo el espacio a espaldas de la iglesia, donde " pudo quedar una gran calva para plaza y mercadillo como único resto de la primitiva área de separación" (Represa, 1969, 255 y Rodríguez, 1969, 212), quizás, con un perímetro menor que el actual de la Plaza del Grano. Ese mercadillo se cita por primera vez en el año 1179 (Represa, 1969, 255). El camino de Santiago era la arteria principal del barrio de Santa María y lo recorría desde Puerta Moneda hasta Puerta Cauriense. Se le llamó inicialmente “rua francorum”, pero poco después “caminus sancti Jacobi”, “camino francisco” y “camino per hu van a Sanctiago”. El aumento progresivo de artesanos y su proceso de agremiación favoreció su agrupación en áreas concretas y empezaron a dar nombre al tramo de calle donde se concentraban, como los reunidos en la calle Puerta Moneda, citada en 1265, por la abundancia de monederos y cambistas (Represa, 1969, 259, nota 41 y Represa, 1954,19), seguida al norte de la calle Herreros, en época medieval llamada "Frenería", donde vivían numerosos freneros. Aunque en el barrio de los francos menudeaban los propietarios civiles durante el siglo XII-algunos de ellos boni homines importantes en el concejo-, los propietarios eclesiásticos fueron comprando en las centurias siguientes, al igual que en los nuevos suburbios de Renueva y Santo Sepulcro, pero nunca fueron predominantes, al contrario de los que sucedía en la Ciudad Vieja. En cambio, la propiedad regia y de la alta aristocracia fue declinando. En concreto, en la calle Frenería el cabildo catedralicio tenía doce casas y su descripción nos sirve para caracterizar el conjunto. La mayoría, aunque modestas, tienen planta baja y alta; muchas disponen de corrales y pozos; en otras, se menciona una fragua, un obrador, un pajar y dos establos (Fernández Flórez, 1984,107-109). A mediados del siglo XVI, en la parroquia de Santa María del Camino ya había una amplia presencia de personas que no tributan, procedentes del clero, grandes señores y caballeros. Entre el resto predominan los artesanos, en particular los zapateros y en menor medida tejedores y sastres; junto a ellos, algunos carpinteros, caldereros y cuchilleros (Fernández Vargas, 1968,46 y 47). La calle Puerta Moneda es una de las zonas preferidas por los zapateros, la mitad de sus vecinos (Martín Galindo, 1959, 39 y nota 2). A mediados del siglo XVIII, a juzgar por las respuestas generales anotadas en el Catastro del Marqués de la Ensenada, el perfil sociológico del barrio era "pobre: obreros y modestos artesanos", con las excepción de los marqueses de Inicio, que vivían en la Plaza del Mercado. Entre los obreros, siguen sobresaliendo los tejedores y los sastres, junto con los carpinteros y ensambladores; sin embargo, el gremio de los zapateros ha quedado reducido a dos (Martín Galindo, 1959, 94).
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