LA HUELLA DEL CAMINO EN LA CIUDAD DE LEÓN
PASO 21: Calle Ancha.

El peregrino se encuentra ya en una de las calles más comerciales y vivaces de la ciudad: la calle Ancha. Con este nombre la designaron los vecinos de León cuando vieron el resultado del ensanche interior de la vieja vía Ferrería de la Cruz, que se superpone, además, a uno de los ejes del campamento romano, el cardo maximus. Los primeros proyectos de alineación se presentaron en 1865 y empezaron a ejecutarse en la década siguiente, aunque el expediente no se aprobó definitivamente hasta 1899 (Reguera, 1987, 116). La antigua calle medieval se ensanchó por el lado sur ya que en el costado norte era obligado respetar el palacio de los Guzmanes y el de su vecino, el palacio del marqués de Villasinda. Esta casa pertenecía a una familia de la segunda rama de los Quiñones que estaba emparentada con los Quirós asturianos, como muestran los escudos que decoran profusamente su fachada, situada en el callejón del Cid, y en las dos torres conservadas en la calle Ancha (el cuerpo entre las torres es obra de principios del siglo XX y se levantó después de que un incendio arrasara esta parte del palacio). El promotor y arquitecto de esta obra son desconocidos, pero a juzgar por el estilo manierista, se supone que fue construido por el arquitecto Juan Ribero entre los años setenta y ochenta del siglo XVI, poco después del de los Guzmanes (Rivera, 1982, 198).

 


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