LA HUELLA DEL CAMINO EN LA CIUDAD DE LEÓN
PASO 9: Mercado Mayor.

Retornando al camino, el peregrino se encuentra y se encontraba en el corazón del barrio del Santo Sepulcro, hoy llamado barrio de Santa Ana, el arrabal por antonomasia de León. Había ido creciendo a extramuros de la cerca medieval por el impulso del Camino Jacobeo y porque acogía el Mercado Mayor (también llamado del Santo Sepulcro o mercado de la Vega), que se situaba al noreste, donde había una actividad comercial y artesanal permanente: rejas, aperos de labranza y aceite se citan en el siglo XIV (Álvarez, 1992, 66) y aves, hortalizas y vacas en el siglo XV (García, Nicolás y Bautista, 1992, 41, nota 72). Durante la décimotercera centuria fueron incorporándose al barrio numerosos judíos procedentes del Castro, que se asentaron en gran parte en la “cal Silvana” (que tomó el nombre de la familia judía Silván, hoy calle Santa Ana), que unía los dos barrios de menestrales, el de San Martín y el del Santo Sepulcro. Zapateros, carpinteros, herreros, peleteros, panaderos, albañiles, a los que se unirán en el siglo XVI los alfareros, junto a judíos prestamistas, se mencionan entre los artesanos del barrio (Represa, 1969, 265; Álvarez, 1992, 66 y 67). Este suburbio representaba la última fase de la expansión urbana medieval y habrá que esperar hasta casi la segunda mitad del siglo XIX para que León reciba nuevos impulsos que alteren su fisonomía medieval, siempre a medio camino entre rural y artesanal.


Diseñado para CFIELeón. Centro de Formación del Profesorado e Innovación Educativa
Anterior Monumento
Volver a Plano
Siguiente Monumento