No aparece hasta el capítulo 3 de la segunda parte de la novela. Es uno de los personajes secundarios más importantes del Quijote. El bachiller Sansón Carrasco es un hombre joven optimista y agradable que estudia a Aristóteles y se basa en la lógica.
Se le describe como no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón, de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta veinte y cuatro años, de nariz chata y de boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas.
Quiere curar a Don Quijote de su locura. El bachiller planea lograrlo convenciendo a Don Quijote de que salga de nuevo a deshacer entuertos y agravios por los caminos de La Mancha. Después se disfraza de guerrero, el Caballero de los Espejos, para ganar en batalla a Don Quijote obligándole dejar su profesión de caballero andante. Más tarde se disfrazará de Caballero de La Blanca Luna para intentarlo de nuevo.