Maurits Cornelis Escher (1898-1972) abandonó pronto
los estudios de arquitectura para especializarse en las técnicas
gráficas.
Este holandés, nacido en Leewarden, muy conocido por
sus famosas figuras imposibles se planteó el problema
de recubrir el plano con un mismo motivo.
Probablemente sus viajes a Granada fueron una buena fuente
de inspiración, de hecho su técnica es muy similar
a la utilizada en los mosaicos de la Alhambra.
Partiendo de una
figura geométrica muy sencilla, a la que va aplicando sucesivas
transformaciones, llega a la construcción de un motivo que
rellena el plano. El mosaico se genera después mediante
giros, simetrías,
traslaciones y deslizamientos.