Leer es un proceso interno que es imperioso enseñar.
Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido extrayendo de él aquello que le interesa.
Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario.
Las estrategias para la comprensión lectora son unos procedimientos para aprender a interpretar textos. Permiten establecer inferencias, revisar y comprobar la propia comprensión mientras se lee, y tomar decisiones adecuadas ante errores o lagunas en la comprensión.
Es preciso que el profesor muestre, de forma explícita e intencionada, estas estrategias como contenidos procedimentales que el alumno debe ir adquiriendo hasta utilizarlos de forma autónoma.
Para ello es necesario planificar, en todas las materias, situaciones de enseñanza-aprendizaje que tengan por objeto ejercitar dichas estrategias.
Para trabajar la comprensión lectora tenemos que hacer ver al alumnado:
- En qué consiste comprender un texto y cómo puede conseguirse la comprensión.
- Que aprender a comprender textos está unido al éxito en el aprendizaje de los contenidos curriculares de todas las materias.
- Que la experiencia con el texto tiene sentido, que se relaciona con los objetivos últimos relevantes para él, para su vida, para cuyo desarrollo es necesario utilizar textos de forma comprensiva.