El proceso de la lectura es un proceso interno, inconsciente, del que no tenemos prueba hasta que nuestras predicciones no se cumplen; es decir, hasta que comprobamos que en el texto no está lo que esperamos leer.
Decálogo para una buena comprensión lectora:
- El alumno tiene que conocer el objetivo del porqué y para qué lee.
- Hay que enseñarle lo que es importante en la lectura.
- Es necesario desarrollar la afectividad del alumnado para incidir en su motivación por la lectura, y mejorar con ello su interés y memoria.
- La lectura en voz alta es una práctica que apoya notablemente las destrezas básicas para la lectura comprensiva.
- El modelaje explícito por el profesorado de los procesos que este utiliza para comprender un texto es imprescindible para la adquisición de los mismos por el alumnado.
- Se debe promover que la lectura se trabaje desde todas las áreas curriculares.
- Para que el alumno comprenda bien, el profesor tiene que ayudar a activar los conocimientos necesarios que faciliten la comprensión del texto.
- Aunque nuestra capacidad de memoria de trabajo sea limitada, es posible mejorarla con la práctica.
- Los textos deben estar bien organizados y ser adecuados para el período evolutivo del alumnado.