Características de las nuevas Bibliotecas Escolares
1) Un nuevo lugar de aprendizaje
La principal razón de ser de la biblioteca escolar es la de apoyar la totalidad del currículo. Se constituye en un nuevo lugar de aprendizaje en el que alumnos y profesores tienen a su alcance una gran diversidad de recursos educativos y pueden poner en práctica una metodología más activa y participativa. La biblioteca escolar se transforma así en un lugar de encuentro, un espacio de convivencia, aprendizaje, comunicación e intercambio en el que desarrollar experiencias interdisciplinares y abordar los contenidos transversales al currículo. La utilización de la biblioteca escolar plenamente integrada en el proceso pedagógico del centro favorece la autonomía y la responsabilidad de los alumnos en su aprendizaje. Será el lugar ideal para la formación de los escolares en el uso de las diversas fuentes de información y para fomentar la lectura como medio de entretenimiento y ocio.
La biblioteca escolar debe ser ubicua y actuar indistintamente en el entorno presencial y en el virtual. Se convierte en una biblioteca flexible, tanto en espacios como en tiempos, con una ubicación principal pero con las aulas, departamentos, paredes y cualquier otro rincón del centro y de fuera de él como secciones de la misma.
2) No sólo libros
De acuerdo con su función, el fondo de la biblioteca escolar debe incluir todo tipo de documentos. La exclusividad de la palabra impresa como soporte de la información ha dejado de ser una realidad hace muchos años. Por consiguiente, además de libros, revistas, periódicos y otros materiales impresos, la biblioteca deberá disponer de fotografías, diapositivas, transparencias, mapas, globos terráqueos, gráficos, discos, cintas, películas, juegos, discos compactos, CD-ROM, vídeo interactivo, programas informáticos, bases de datos en línea, Internet…
Los recursos digitales van ganando terreno en las bibliotecas escolares por lo que éstas deberán ser un espacio integrador de la cultura impresa y la cultura digital.
3) Gestión centralizada
La biblioteca debe reunir todos los materiales informativos de la escuela. No obstante, la falta de espacio puede obligar en muchos casos a distribuir sus fondos por diferentes ubicaciones. Una concepción de la biblioteca escolar como servicio centralizado no olvida ni se opone a la existencia de diferentes secciones de la misma. La gestión centralizada permite hacer una mejor selección de los recursos, evitando que se dupliquen, y conocer en todo momento dónde se encuentran.
4) Abierta al exterior
La biblioteca escolar, como el centro del que forma parte, no puede permanecer aislada. Es preciso que se relacione con su entorno social y cultural colaborando, por ejemplo, con bibliotecas de su localidad, asociaciones culturales e instituciones públicas y privadas, para organizar actividades en común y procurarse informaciones y documentos que interesen a la comunidad educativa.
Además, ninguna biblioteca escolar, por muy bien dotada que esté, puede responder a todas las demandas de sus usuarios. Así, necesitará colaborar con las bibliotecas públicas para atender las necesidades del alumnado, y con otros centros de documentación educativa, de cara a satisfacer las demandas de los docentes.
5) Una Biblioteca para todos
Para que la biblioteca esté realmente al servicio del centro, es preciso que todos los profesores y alumnos puedan acceder a sus distintos servicios en igualdad de condiciones. En muchos centros van a escolarizarse alumnos que puedan presentar alguna discapacidad física, sensorial o intelectual; o alumnos que pertenezcan a minorías culturales o que vivan situaciones de desventaja social; también puede haber alumnos con talentos especiales o con sobredotación intelectual.
La biblioteca debe atender de forma adecuada a las posibles necesidades especiales de estos alumnos tomando decisiones en momentos y ámbitos muy diferentes: en la selección de los fondos, en la organización del espacio y el mobiliario, en la organización de los distintos servicios, en las normas de funcionamiento, etc.
En resumen las características generales que debe reunir una biblioteca son:
Para los alumnos, la biblioteca escolar debe convertirse en un elemento que les facilite la adquisición de conocimientos y les ayude a potenciar las habilidades de autoaprendizaje, poniendo a su disposición recursos y fuentes de información variados, fácilmente accesibles y convenientemente organizados; un espacio en el que puedan encontrar además materiales y momentos para la lectura de ocio; un servicio, en definitiva, que contribuya a incrementar su formación, su motivación y su sentido de la responsabilidad.
En cuanto al profesorado, la biblioteca puede ofrecer una oportunidad única para poner en práctica nuevas dinámicas de docencia, constituir una vía directa de acceso a recursos documentales y didácticos utilizables para autoformación o para la preparación de las clases, y facilitar el intercambio de información con otros profesionales y centros, entre otras posibilidades.
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